viernes, 20 de mayo de 2016



‘Mi Remanente Fiel tendrá Dos Protectores’

La Santísima Madre: Hijito, Mi Corazón Inmaculado viene a encontrarse contigo.

El instrumento: Madre Amable, dime que quieres que aprenda hoy.

La Santísima Madre: Hijito recuerdas que te enseñé sobre la misión de San José, el Varón Justo, que será la de custodiar a todos los apóstoles de nuestros Sagrados Corazones, y la misión de San Miguel , el Arcángel del Señor, que será dirigir el Ejército Mariano y de entablar y vencer la Batalla contra Satanás.

El instrumento: Si, Mama Celestial, recuerdo ese mensaje.

La Santísima Madre: Pues ahora, hijito, he confiado a Mi Remanente Fiel a la intercesión de dos Santas Almas que son ejemplo de amor, valor, y predilección de Mi Amor Maternal: Santa Filomena, Patrona de los hijos de Mi Inmaculado Corazón, y el pequeño San Tarsicio. Pequeño, estas dos almas han sido celosas con Jesucristo, buscando sobre todo la mayor Gloria de Dios. Mi Remanente Fiel debe implorar la intercesión de Santa Filomena, a la que estando en sus sufrimientos y martirio visité; ella protegerá a las almas consagradas a Mi Corazón Inmaculado, y es ejemplo de fidelidad y radicalidad evangélica. Y ahora, pequeño, también he encomendado a mi pequeño mártir San Tarsicio que suplique por el Remanente Fiel, para que aprendan de este niño el celo y el amor a la Santa Eucaristía, que así como el dio la vida física para defender a Mi Hijo, Mi Remanente Fiel de su vida también a través de la oración, la adoración eucarística, y la reparación. Hijito, estas dos Almas Santas intercederán por Mi Pueblo para que sea fiel a la entrega que ha hecho a Mi Inmaculado Corazón Corredentor y para que sean adoradores y reparadores de la Sagrada Eucaristía, que es Mi Hijo Jesucristo entregado por Amor.

El instrumento: Gracias Mama Celestial por esta enseñanza y por estos dos grandes Santos que nos protegen.

La Santísima Madre: Mi pequeño, Lucía, Francisco y Jacinta te acompañan e interceden por ti.

El instrumento: Gracias Madre, me abandono en ti.

La Santísima Madre: Te amo hijito y te doy Mi Bendición Maternal. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.