Mi Sagrado Corazón es
vuestro alimento, vengan a comer de Mi Sagrado Corazón presente en el Santísimo
Sacramento del Altar. Cada Santa Hostia Consagrada estoy vivo y presente,
tocando a mis hijos, a las almas que redimí con Mi Preciosa Sangre derramada en
el Calvario.
Queridos hijos, amado Pueblo Mío, Mi Sagrado Corazón quiere la
conversión de todos pero muy pocos están atentos a la Voz del Buen Pastor.
Mi Santo Vicario el Papa
sufre mucho. Oren por él. Grandes guerras espirituales existen en los míos,
porque no se comprenden y porque no unen su pequeñísima voluntad divina que es
Una sola y nunca cambia.
Hijos míos, obedezcan a Mi Madre. Ella es la Tesorera de las
Gracias del Cielo. Obedézcanla. Mi Sagrado Corazón sufre grandemente cuando
critican, cuando se burlan y cuando dudan de Mis Palabras dichas a través de la
Boca Santa de Mi Madre.
Hijos míos, hasta cuando escuchareis Mi Voz. Al mundo le falta
muy poco tiempo para que vean cumplirse Mis Palabras. ¡Ay de los que no me
escucharon! ¡Ay de los que desobedecieron! ¡Ay de los incrédulos! porque
también a ellos los llamé y no me obedecieron, rechazando Mi Espíritu Santo.
Hijos míos, remanente fiel, oren y reparen. Y no se cansen de
reunirse en vuestros Cenáculos de oración para unirse conmigo y Mi Madre del Cielo
en santo amor. A todos mis hijos dispersos por el mundo les llamo a que
empiecen a reunirse en pequeños cenáculos de oración como las primeras
comunidades de mis apóstoles y discípulos en torno a Mi Santa Mama.
Con el poder de Mi Sangre y la unción de Mi Sagradas Llagas. Les
entrego la bendición en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.