Vengo
a instruirles para que caminen en la senda de la Verdad, puedan llegar al
conocimiento de Dios y alcancen la conversión, que cada día se deben esforzar
por conquistar la conversión.
Queridos
hijos, el Señor actúa en los corazones que se abren a su Amor y se dejan seducir
por el Espíritu Santo para que lleven una vida de santidad, de caridad, de fe y
esperanza.
Hijitos
siembren los lirios de la santidad en sus corazones.
El
mundo está tan corrupto que se ha salido del Orden establecido por el Padre y
se necesitan almas que voluntariamente se decidan por la santidad para vivir en
unión con el Señor.
Queridos
hijos, si Nicaragua no busca la paz, un desorden social vendrá, sobre este
pueblo, sobre toda Centroamérica, por que han cerrado los corazones al Señor, y
si no cambian el hombre será amenaza para el hombre. Por eso queridos hijos,
oren por la paz, pidan la paz, llevad el lirio de la paz a sus corazones, a sus
hogares, sean portadores de paz. Oren
por este pueblo que ha sufrido y seguirá sufriendo, por la falta de conversión
de los gobernantes, de los dirigentes, de los lideres, que no han actuado según
la Divina Voluntad. Y así el pastor que está ciego guía al rebaño hacia el
despeñadero, porque no piden la luz al Espíritu Santo para guiarse en sus
vidas.
Sin
embargo ustedes reparen y expíen con su vida entregada a Jesús y María y ofrézcanse
por la conversión del corazón del mundo,
herido cansado de tanto pecado.
El
Señor ama a sus niños que obedecen, que escuchan, que confían, que se abandonan
sin pensarlo en Sus brazos de Padre, como lo hiciera Yo un día, en Nazaret, sin
comprender, con muchas inquietudes en Mi corazón dije ¨SI¨ al Proyecto de Dios.
Les
amo y les bendigo, bendigo los objetos que han traído para ponerlos bajo mi
protección.
Recuerden
guardar alimento, agua medicinas, miel.
Estad preparados porque el día y la hora,
el Señor las conoce.
Vivan
preparados para encontrase con el Amado.
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.