Queridos hijos, Mi Casto y Amante Corazón intercede por
el Pueblo de María. Mi Casto y Amante Corazón es el protector de las almas que
se han consagrado al Inmaculado Corazón de la Reina Celestial. Por eso,
queridos hijos, la invitación que hago es que vivan y renueven, en cada momento
de sus vidas, a través de la Oración, de la Adoración Eucarística, y del Santo
Rosario, la consagración al Corazón Inmaculado de María, y, a través de la
Madre Celestial, al Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, el Mensaje del Cielo es para cada alma,
es para que cada uno de los hijos de Dios lo asuma y tome su responsabilidad en
cada Llamado de Amor y de Conversión.
Hijos Míos, vivan los Mensajes; el mundo necesita
personas decididas y valientes, que renuncien a lo que deben renunciar, que
digan 'Si' a la Voluntad del Señor, y sean testimonio vivo del Evangelio de Mi
amado Hijo adoptivo Jesús.
Hijos, no se cansen de orar, de leer las Sagradas
Escrituras, y conocer en profundidad el Gran Misterio de Amor que se guarda en
los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Ese Misterio de Amor será
revelado a las almas cuando oren con fe, cuando den apertura al Espíritu Santo,
y cuando se decidan por la conversión y la santidad. Les amo y les bendigo. En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.