El
Sacramento del Matrimonio
Jesús:
Pequeño,
anda escribe.
Dejará
el hombre a su padre y a su madre y se unirá a la que nuestro Abba le ha dado
como esposa (cfr. Gn 2, 24). Pequeño, el Sacramento del Matrimonio es una unión
de dos corazones que se unen para amarse y amando, ser colaboradores con la
obra creadora de Mi Padre: “Creced y multiplicaos” (Gn 1, 28).
Esta
unión es entre el varón y la mujer, la obra perfecta de Mi Padre, ya que el ser
humano ha sido la única creatura hecha a imagen y semejanza Nuestra. El hombre
es la única creatura que ha sido llamada y escogida por Mi Padre para tener una
vocación a la unidad perfecta con Dios, unidad perfecta que se vivía en el Edén
antes del pecado . Esta unidad fue rota por la desgracia del
pecado y los hombres prefirieron usar la voluntad humana que vivir la Voluntad
Divina.
Pero
Mi Padre, que es Amor y Misericordia, lento a la Ira y rico en Clemencia (cfr,
Nm. 14, 18), quiso que la vida del hombre se dignificara y santificara y que
las generaciones fueran Pueblo Santo, Pueblo que ha sido redimido por Mí en la
Santa Cruz.
El
Sacramento del Matrimonio es un Sacramento de Amor para dignificar la
descendencia del hombre, y que la familia sea la imagen (reflejada en el mundo)
de la Santísima Trinidad. De las almas unidas en matrimonio se hace
almas-sacramento, pues el Sacramento son la pareja, varón y mujer, cuya unión
es consagrada al Señor y donde Yo en la persona del sacerdote entrego esa unión
como mediador al Eterno Padre, y los hijos de un matrimonio son hijos nacidos
en el orden y en la gracia.
Por
eso debes orar por los matrimonios para que varón y mujer profundicen esta
vocación, que es un llamado que nunca se acaba (durante el curso de la vida
terrestre). Un llamado para amar siempre, amar para procrear, amar para servir,
amar para amar.
Pequeño,
en este Sacramento del matrimonio, que seguidamente se transforma en familia,
se crea una unidad de amor, y esta unidad es un reflejo del Amor Trinitario.
Por eso Satanás se afana buscando, por todo medio, acabar con el matrimonio y
la familia. El divorcio, el adulterio, la fornicación, la infidelidad, son
ataques del enemigo a la familia, proponiéndoles a los hombres una vida fácil
sin amor, sin cruz.
Es
egolatría total, y de esta egolatría nace el aborto, las aberraciones contra la
naturaleza y toda clase de concepto (con el) que quieren nada más que invertir
la imagen de la familia a una imagen de bestialismo total (la acción de la
bestia en los hombres).
El
Sacramento del Matrimonio es varón y mujer. El (mal llamado) matrimonio de
Satanás y el anticristo es todo lo contrario.
La
familia de Dios es: padre, madre e hijos. La familia del anticristo es todo lo
opuesto.
El
Sacramento del Matrimonio es un llamado al amor y la procreación
según
el deseo del Padre. La unión ilícita del anticristo es desorden, lujuria,
desobediencia y, como fruto, la muerte.
El
fruto del Sacramento del Matrimonio entre varón y mujer es vida, amor y
bendición.
Hijito,
dile a mi pueblo que reconozca, con espíritu diligente y corazón orante, las
obras del enemigo, para que vean las señales de los tiempos y no se dejen
confundir.
Pequeño,
ora por toda la persecución a la familia que cada día se agrava más. Pequeño,
mi pueblo no quiere conocer la Verdad, conocerme a Mí.
Ora
por el Santo Padre y por todos los sacerdotes; ora por los religiosos y
religiosas; ora por todo Mi Pueblo Fiel, para que defienda con valentía, como
lo hizo Mi Amado Padre Nutricio San José y Mi Madre María, la joya del Señor:
la familia y el matrimonio.
Te amo
y te bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Ave
María Purísima, sin pecado concebida.