viernes, 8 de abril de 2016


Queridos hijos:

Les invito a consagrarse al Inmaculado Corazón de María cada instante de sus vidas, que sus corazones se unan a su Corazón Inmaculado, que los latidos de sus pequeños corazones se unan a los latidos de su Corazón Maternal unidos a este Corazón darán mucha más Gloria a Dios y cada latido de sus corazones pequeños será un FIAT proclamado por el Corazón de María, con María, para Jesús. 

 Hijos míos, para ser siervos de Jesucristo hay que depender totalmente de María, hay que nacer de María y hay que vivir con y en María, porque solo a través de ella seremos buenos servidores de Jesucristo.

A María le ha sido confiada reunir y formar a todo el ejército de los apóstoles de estos últimos tiempos, por eso acojan su llamado con amor, con obediencia y sean miembros de su ejército del remanente fiel.

Hijos, cuando se consagra un pueblo a los dos corazones de Jesús y de María muchas cosas que contaminaban que el dragón había vomitado sobre este pueblo son destruídas, cuando un pueblo se consagra a los Sagrados Corazones de Jesús y de María sus cadenas son liberadas, sus nudos son sueltos y puede caminar libremente hacia Jesús pero se necesita de almas que se entreguen, de almas que se ofrezcan, de almas que lo hagan, para así conquistar muchas almas para Jesús a través de la Consagración Total a María, por eso hijos míos cada día renueven su consagración a nuestros Corazones Unidos, cada día renueven la Consagración de este pueblo a los Sagrados Corazones de  Jesús y de María para que el Espíritu Santo actúe y se derrame como un nuevo Pentecostés sobre los corazones dispuestos y humildes, vivan el ejemplo del hogar de Nazaret, vivan en paz. Gracias por escuchar a San José esposo virginal de la Santísima Virgen y a esta imagen que han puesto sobre mi Altar también le doy mi Bendición.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.