Queridos hijos, Mi Llamado de Amor se centra en la
Eucaristía y en el Rosario. Adoren a Jesús rezando el Santo Rosario. Rezando el
Santo Rosario de la mano de la Madre Celestial lleguen al Sagrado Corazón de
Jesús.
Estos Tiempos de mucha Tribulación, el Resto Fiel se
mantendrá unido y fortalecido con la Eucaristía y el Santo Rosario. Con éstas
dos armas poderosas para el espíritu, detengan la avalancha del odio de Satanás
para la Iglesia, para los que creen en Jesús, para los hijos de María. Con la
Eucaristía y el Santo Rosario salven a sus jóvenes, salven a sus hijos, salven
sus hogares. Con la Eucaristía y el Santo Rosario disminuyan la maldad del
mundo y consuelen a Dios Padre por tanto pecado.
Queridos hijos, el Cielo invita a centrarse en la
Eucaristía y el Rosario. Adoren al Corazón Eucarístico de Jesús de la mano de
la Madre y con el Corazón Eucarístico de Jesús anonádense en el Vientre
Inmaculado de María, para que sean protegidos, preservados, y sellados con la
Sangre del Cordero del gran sufrimiento en el que está la Iglesia, los
pastores, el mundo en general. Toda la Creación ha entrado a la agonía de
Getsemaní.
Hijos, oren, oren, oren: conviértanse, porque Jesús está
compartiendo su agonía con su Iglesia. Es tiempo de orar, de perseverar, y de
ser fieles. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.