Queridos
hijos, hoy los llamo a caminar junto a Mi como niños sostenidos por su Madre,
abandonándose a Mi Inmaculado Corazón y confiando en mis palabras de
Madre llegarán a Jesús.
Por eso, hijos míos, no se preocupen, ni
atribulen sus corazones, confíen solamente en mi guía materna. Escuchándome
aprenderán más de Mi Hijo Jesús y de su Evangelio Santo y comprenderán su
Sagrado Corazón. Bendigo los hogares que se consagran a Mi Inmaculado Corazón,
para que en momentos difíciles no se desesperen, sino que sean testimonio de
luz, de amor y de paz, para el resto de las almas atribuladas.
Hijos míos, Mi Corazón Inmaculado está
abierto para todos y para que en ese
calor materno también abracen a Jesús que se ha hecho Niño en Mi Vientre. Hijos
míos, les animo a seguir, así como han visto el ejemplo de los santos, una vida
de perseverancia y de cruz, pero una vida llena de amor de Dios.
Hijos míos, no os canseis de cargar la
cruz y de vivir en el amor de la cruz para que lleguen a la dulzura de la
resurrección. Yo vuestra Madre intercedo por cada uno de ustedes, les amo y les
bendigo.