miércoles, 23 de marzo de 2016


 Queridos hijos, les invito a que se hagan como niños.

Cuando Yo me sumergí en Jesús y en María me uní totalmente a Ellos y de Ellos dependía. Ser niños para el Reino de Dios consiste en aceptar en todo momento la Buena Nueva del Evangelio, vivirla y obedecerla desde el amor. Porque cuando se hacen como niños su única preocupación será que si todas sus acciones han sido agradables para Dios.

El niño se preocupa de agradarle a sus padres, y por eso les obedece, porque les ama. Ser niños para el Señor consiste en no ofenderle, en hacer lo que a Él le agrada, y aceptar Su Voluntad, aunque no comprendan, pero se dejan tomar por Su mano y los guiará a fuentes tranquilas y a prados calmos, donde encontraran la paz, el perdón, y tendrán un desapego de las cosas del mundo, porque lo único importante será agradar a Dios Padre.


Gracias por aceptar Mi Llamado. Les amo y les bendigo.