domingo, 31 de enero de 2016


    Si los corazones aceptan esta Llama de Amor serán liberados, serán limpiados, serán purificados. Porque esta Llama de Amor es el Fuego que recibí del Espíritu Santo en la Anunciación y en Pentecostés.

Y es esta Llama de Amor la que Yo vengo a entregarles a ustedes. Para que esta Llama de Amor los consuma y no se preocupen por las situaciones de la vida, sino que se sostengan con Mi Llama de Amor, que se pierdan en Mi Llama de Amor, que enciendan sus corazones como pequeños faros en Mi Llama de Amor.

Para que ustedes, hijos Míos, alumbren en estos tiempos de oscuridad. Para que ustedes con Mi Llama de Amor calienten los corazones tibios. Para que ustedes con Mi Llama de Amor entreguen ese Calor a los corazones fríos. El Calor del Amor de Dios. El Calor del Espíritu Santo. El Calor de Jesús en la Eucaristía.

Hijos Míos, reciban Mi Llama de Amor, abrácense a Mi Corazón Inmaculado. Permanezcan fieles a la Voz de Jesús y de vuestra Madre Celestial. Yo les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.