Queridos hijos, Mi Corazón
Inmaculado renueva sus corazones la Presencia de Dios, que se disipa en las
almas por el mundo y el pecado.
Queridos
hijos, el Señor Me ha enviado para salvar a las almas, para tocar los
corazones, para pedir la conversión de los pecadores.
Hijos
Míos, por Mi Presencia en todo el mundo, Yo traigo la Buena Nueva del Reino
Eucarístico de Mi Hijo. Pero muchos corazones siguen ignorando Mi Voz, siguen
ultrajando Mi Corazón Inmaculado, siguen ofendiendo a Nuestro Señor.
Hijos
Míos, pocas almas escuchan la Voz de vuestra Madre, a esas pocas almas
protegeré con Mi Amor, los bendeciré y los guiaré en los momentos de
tribulación, de persecución, de prueba, para que no titubeen en la fe.
Hijos
Míos, les invito a ser cristianos: El cristiano se entrega; el cristiano ama;
el cristiano perdona; el cristiano vive en el silencio; el cristiano carga su
cruz y ofrece todo su sufrimiento a Jesús.
Hijos
Míos, seguid a Mi Hijo en este mundo no es fácil porque el mundo ha odiado
primero a Mi Hijo y odia a Sus discípulos e hijos Míos. Por eso, hijitos, sean
verdaderos soldados del Ejército de Mi Amor Maternal, sean verdaderos
discípulos de Nuestro Señor Jesucristo. Clamen al Espíritu Santo que les enseñe
todas las cosas.
Estoy
con ustedes e intercedo por cada uno de ustedes. Les amo y les bendigo. En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.