miércoles, 2 de diciembre de 2015


Queridos hijos, Mi Hijo Jesucristo es la Luz del Mundo para los corazones que caminan en tinieblas. Pero muchos corazones viendo esta Luz no la siguen porque no la aman. La Luz es el Señor. Él les ilumina sus corazones para que cambien, para que se conviertan. Esta Luz que envía el Señor, como los dones y los carismas, como los siervos y los profetas, es una Luz que no se recibe. Porque los corazones del mundo no quieren tener ninguna relación con Dios. Porque el mundo no quiere estar con Dios. ¡Sean apóstoles de la Luz! Lleven en sus corazones esta Luz viviendo la Sagrada Escritura, escuchando Mis mensajes, y recibiendo a la Luz en la Sagrada Eucaristía; porque allí está verdaderamente Mi Hijo. Mi Hijo es la Luz del Mundo. Por eso, reciban esa Luz. ¡Vivan en la Luz! Hagan actos de amor para con nuestros Dos Corazones, tan ofendido y rechazado por la humanidad. Hijos, les amo y les bendigo. Vivan en la Luz; la Luz del Espíritu Santo.

Bendigo todo lo que han puesto sobre Mi altar. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


Valoren, queridos hijos, la presencia de nuestros Dos Corazones que aún están con ustedes, por Amor y Misericordia concedidas por el Padre Dios. Hijos no pierdan el tiempo; acérquense a la Luz porque la oscuridad avanza.